El rebâb en Mawlanâ Rûmî (I)
Leili Castella
"Varias son las sendas que conducen a Dios;
Yo he elegido la senda de la danza y de la música." (Mawlânâ Rûmî)
Así se expresa Mawlânâ Rûmî, el gran poeta y místico persa del siglo XIII, inspirador de la escuela sufí "mevleví" de los derviches giróvagos, que hizo de la música (y la danza) una vía de conocimiento espiritual. Ya tendremos ocasión de volver sobre este extremo: digamos por ahora simplemente que para Mawlânâ, la música era una forma de oración. El rebâb, suerte de viola oriental, fue uno de sus instrumentos musicales predilectos, al que dedicó no pocos versos. Como muestra les trasladamos este bellísimo rubâ'î [1]:
Ruinas de amor somos hoy como siempre.
No abras la puerta de la mente, toma el rebâb,
que hay cien clases de oración y genuflexiones
para el que tenga el rostro del Amigo por mihrâb (*). [2]
[1] rubâ'î: se traduce habitualmente por cuarteta, aunque en realidad signifique literalmente "doble verso" y conste solamente de dos dísticos repartidos en cuatro hemistiquios. (Vid. nota 94 del estudio "Rûmî y la Mística de la Escucha" de Halil Bárcena.)
[2] Yalal ud-Din Rumi. Rubayat. Traducción de Clara Janés y Ahmad Taherí. Ediciones Unesco, 1966. Pág. 150.
(*) mihrâb: nicho de oración de una mezquita.