Presentació

Baraka és una paraula d’origen àrab que significa alè vital, pura energia de vida, gràcia divina. Es diu que hi ha llocs amb una baraka especial. Entre ells, la música. La música és la bellesa l’allò més primordial que nia en nosaltres. En el batec del cor hi ha el ritme. En la respiració, la melodia. I en la relació amb tot allò que ens envolta, l’harmonia.

La música, com el perfum, és presència intangible. Entrar en ella és entrar en un espai preciós en què allò que és subtil pren cos, i on allò que és tangible esdevé subtil. Segons Mowlânâ Rûmî, la música, com el perfum, ens fa comprendre que vivim exiliats en aquest món, i alhora ens recorda allò que sabem i no obstant hem oblidat: el camí de retorn vers el nostre origen, vers casa nostra.

Habitar aquest espai preciós no pot fer-se només des de la raó. Aquest coneixement delicat i potent ha de ser degustat, encarnat, i per això Mowlânâ va ballar i va ballar, i va girar i girar i girar. D’aquest espai preciós de presència intangible és del què ens parlen els autors reunits en aquest blog. En un món com el que ens ha tocat viure, en què tantes velles estructures inservibles s’enfonsen, és responsabilitat de cadascú de nosaltres agafar-nos fort a aquells qui ens han indicat el camí, intentar comprendre´n els indicis, descobrir-ne les petjades ... i començar a girar.

Sigueu més que benvinguts a Baraka,

Lili Castella

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diumenge, 29 de juny del 2014

Ramadân


¡Ramadân Karîm!

1 Ramadân 1435






La luna creciente de Ramadán engalana el cielo de azur
esbelta como la cimitarra de un guerrero
que centellea en la noche.
Es símbolo de la batalla contra las pasiones interiores
que se libra en este mes sagrado de ayuno y de vigilia,
cuando vestimos la armadura de Dios y la mortaja de la muerte,
purificada por el ayuno en las horas del día
y por la oración en la oscuridad de las noches,
noches que se abren a la luz de la Palabra Divina
que descendió una noche como ésta en el corazón de Su amado.

La luna creciente deviene luna llena, expandiendo nuestro pecho
y remedando la perfección espiritual de Su elegido.
Más tarde regresa a su forma esbelta
para recordarnos nuestra propia flaqueza,
y para servir de cáliz
al néctar que la divina Gracia escancia de lo alto
en una copa libre de toda sustancia corpórea.
Porque sólo cuando aniquilamos nuestro ser
y nos negamos a nosotros mismos
es cuando recibimos
en la copa de la luna creciente
el elixir sobrenatural
y sólo cuando permanecemos vigilantes, espada en mano,
es cuando podemos librar la batalla contra nosotros mismos
hasta quedar vacíos de nuestro propio yo
y de todo lo que no es Él.


Bienvenida seas, oh luna creciente de este mes sagrado
que traspones el horizonte
y te ocultas en nuestras almas.
Ayúdanos a cumplir con Su voluntad,
desprendidos de todo lo perecedero,
y a ser sus heraldos en este mundo
ayunando y orando
como hiciera el intermediario de Su Palabra,
que nos fue revelada durante este mes
que declaran sagrado todos los que aman
al Uno, a Su Profeta y a Su Palabra bendita.

Oh luna creciente de Ramadán, tu hermosura desvela
la baraka que fluye abundantemente en este mes
que inauguras ahora
y que culmina otra vez
cuando tu aparición en el horizonte oscurecido
pregona que toca a su fin este mes venerable
de ayuno y de gratitud por las bendiciones recibidas.
Nuestra riqueza material nos recuerda
la auténtica miseria de nuestra naturaleza interior,
que sin embargo está apercibida para recibir
de la magnificencia del Uno
una luna creciente, un cáliz
capaz de contener la gracia que fluye de su luminosa Plenitud.

Seyyed Hossein Nasr (*)
(*) Seyyed Hossein Nasr, Poemas de la vía mística,  Mandala Ediciones, Madrid, 2002, p. 54-55.