Presentació

Baraka és una paraula d’origen àrab que significa alè vital, pura energia de vida, gràcia divina. Es diu que hi ha llocs amb una baraka especial. Entre ells, la música. La música és la bellesa l’allò més primordial que nia en nosaltres. En el batec del cor hi ha el ritme. En la respiració, la melodia. I en la relació amb tot allò que ens envolta, l’harmonia.

La música, com el perfum, és presència intangible. Entrar en ella és entrar en un espai preciós en què allò que és subtil pren cos, i on allò que és tangible esdevé subtil. Segons Mowlânâ Rûmî, la música, com el perfum, ens fa comprendre que vivim exiliats en aquest món, i alhora ens recorda allò que sabem i no obstant hem oblidat: el camí de retorn vers el nostre origen, vers casa nostra.

Habitar aquest espai preciós no pot fer-se només des de la raó. Aquest coneixement delicat i potent ha de ser degustat, encarnat, i per això Mowlânâ va ballar i va ballar, i va girar i girar i girar. D’aquest espai preciós de presència intangible és del què ens parlen els autors reunits en aquest blog. En un món com el que ens ha tocat viure, en què tantes velles estructures inservibles s’enfonsen, és responsabilitat de cadascú de nosaltres agafar-nos fort a aquells qui ens han indicat el camí, intentar comprendre´n els indicis, descobrir-ne les petjades ... i començar a girar.

Sigueu més que benvinguts a Baraka,

Lili Castella

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dimarts, 29 de setembre del 2015

Simbologia del rebâb


La vibració del rebâb


the Rebab player by Yaman Ibrahim:



"Les cordes du rebâb symbolisent les veines de l'amant, dans la mesure où elles ne résonnent que lorsque le joueur les fait vibrer. Pareillement, l'amant fait frémir l'aimé à l'endroit où il frôle les cordes. Rûmî et les derviches ne pouvaient pas être insensibles à semblable instrument, qui rend si bien la rencontre de Dieu et l'influence qu'il exerce sur l'homme par Dieu. L'âme humaine est touchée par Dieu et résonne comme les cordes de ce petit instrument dont le son est si puissant."


Alberto Fabio Ambrosio, La confrérie de la danse sacrée. Les derviches tourneurs. Éditions Albin Michel, 2014, p.72.



diumenge, 5 d’abril del 2015

Mawlânâ i el rebâb

 
El rebâb i Mawlânâ Rûmî
 
 
 


Aujourd'hui, comme tous les jours, nous sommes détruits, détruits
N'ouvre pas la porte à la pensée, saisis le rebab.
Il y a cent sortes de prières, d'inclinations et de prosternations
Pour celui dont la beauté de l'Ami est le mihrab.
 
 
 
Djalâl-Od-Dîn Rûmî, Rubâi'yât, traducció de Eva de Vitray-Méyérovitch, Albin Michel, Paris, 1993, p. 191.



dimecres, 1 d’octubre del 2014

Mawlânâ Rûmî y el rebâb


Mawlânâ Rûmî y el rebâb
 





Nuestros labios se han secado; desde el fondo del alma buscamos la lluvia que mana de las nubes.
Por doquier surgen nuevos mensajeros diciendo: "¡No encontrarás, vete!"
Refúgiate en Dios de estos  negros cuervos.
Oh tú, que conmocionas nuestras almas, oh tú, raptor,
Oh tú, que robaste el rebâb de las manos de Bû-Bakr Rebâbî (*)
Hoy, deseo que embriagues y trastornes
Este alma que habla y esta razón que discute.
Oh tú, que para nosotros eres agua de Vida! Muéstrate como el día de la Resurrección. (...)
Oh tú, de noble rango y noble belleza, silencio, calla,
No des noticias nuestras a ningún inconsciente dormido.

 (*) Nombre de un célebre músico.

Mawlânâ Rûmî (1207-1273)
 Diwân-E Shams E-Tabrîzî
(ghazal núm. 80)

divendres, 26 d’octubre del 2012

Mevlânâ Rûmî y el rebâb

El rebâb en Mevlânâ Rûmî (IV)

Leili Castella




Una tradición librocéntrica como es el islam, en el seno de la cual nace el sufismo, considera el mundo, el cosmos, como un libro preñado de signos hechos para ser leídos y comprendidos. El poeta y místico sufí Mawlânâ Rûmî (m. 1273), que hizo de la música una vía de conocimiento espiritual, vio el mundo, el cosmos, como un libro, sí, pero un libro sonoro, como una partitura de infinita riqueza, a través de la cual Él se dice, Él suena. Todo cuanto existe Le canta a Él. La constitución misma del rebâb expresa esta idea puesto que está compuesto de elementos provenientes tanto del reino animal (las cuerdas de crin de caballo y la piel que recubre la caja de resonancia), como del reino vegetal (su mástil es de madera y la caja de resonancia es un simple coco) como del mineral (dos de sus cuerdas son metálicas). Pues bien, cuando suena, el rebâb nos recuerda que todo cuanto existe Le canta y Le alaba. Para quien así lo ha comprendido, la música se vuelve oración.

dijous, 5 de juliol del 2012

El rebâb en Mawlânâ Rûmî

El rebâb en Mawlânâ Rûmî (III)




En esta ocasión,  Mawlânâ convierte al rebâb en un símbolo antropomórfico, haciendo un símil entre las clavijas que ajustan la afinación de las cuerdas de este sencillo instrumento, y las “orejas” de nuestro corazón. Es bien sabido que, en el sufismo, el órgano de visión es el corazón, pero hay que añadir que en el sufismo mevleví, la audición se torna facultad de visión. Así, igual que para poder decir sus melodías el rebâb debe ser afinado, el ser humano debe afinar su órgano de visión para poder conocerle a Él, sabiendo que quien Le conoce, Le canta…
Huuuu……….
 
Cuando ajustas las orejas (las clavijas) del rebâb  del corazón,
Entonces empiezo a cantar tan tan tan tan… (*)

Mawlânâ Rûmî, Diwân e-Shâms ref. 2351


dilluns, 11 de juny del 2012

El Rebâb en Rûmî

El rebâb en Mawlânâ Rûmî (II)


Leili Castella





En su extensa obra, Mawlânâ Rûmî se refirió en más de una ocasión al rebâb, instrumento de alto contenido simbólico y muy querido por el maestro persa de Konya, al punto que llegó a especularse sobre si sabía tocarlo.
Si en un rubâ'î (suerte de cuarteta) que recogimos hace un tiempo,  coger el rebâb significaba orar, en el que hoy les presentamos, Mawlânâ parece querer decirnos que no nos aferremos a ningún objeto, a ninguna forma. El quid de la cuestión no es la música, sino enamorarse...
Huuuuuuuu......

No necesitamos vino para la ebriedad,
ni para gozar del encuentro arpa ni rebâb.
Alegres y ebrios estamos tal ebrios de amor,
sin escanciadora, flauta ni juglar.


[2] Yalal ud-Din Rumi. Rubayat. Traducción de Clara Janés y Ahmad Taherí. Ediciones Unesco, 1966. Pág. 151.

dimecres, 25 d’abril del 2012

Mawlânâ Rûmî y el rebâb

El rebâb en Mawlanâ Rûmî (I)

Leili Castella












"Varias son las sendas que conducen a Dios;
Yo he elegido la senda de la danza y de la música."  (Mawlânâ Rûmî)






Así se expresa Mawlânâ Rûmî, el gran poeta y místico persa del siglo XIII, inspirador de la escuela sufí "mevleví" de los derviches giróvagos, que hizo de la música (y la danza) una vía de conocimiento espiritual. Ya tendremos ocasión de volver sobre este extremo: digamos por ahora simplemente que para Mawlânâ, la música era una forma de oración. El rebâb, suerte de viola oriental, fue uno de sus instrumentos musicales predilectos, al que dedicó no pocos versos. Como muestra les trasladamos este bellísimo rubâ'î [1]:

Ruinas de amor somos hoy como siempre.
No abras la puerta de la mente, toma el rebâb,
que hay cien clases de oración y genuflexiones
para el que tenga el rostro del Amigo por mihrâb (*). [2]




[1] rubâ'î: se traduce habitualmente por cuarteta, aunque en realidad signifique literalmente "doble verso" y conste solamente de dos dísticos repartidos en cuatro hemistiquios. (Vid. nota 94 del estudio "Rûmî y la Mística de la Escucha" de Halil Bárcena.)
[2] Yalal ud-Din Rumi. Rubayat. Traducción de Clara Janés y Ahmad Taherí. Ediciones Unesco, 1966. Pág. 150.
(*) mihrâb: nicho de oración de una mezquita.